Más de 12 días han sido los que Ceci ha estado sumido en las profundidades de la tierra. Más de 12 días en donde el esfuerzo de personas anónimas ha sido extenuante. Más de 12 días en donde el silencio por parte de los que nos gobiernan ha sido frustrante. Más de 12 días en los que una pareja, una madre, un padre, una hermana, unos sobrinos… han estado sufriendo.
Satisfacción por un trabajo bien hecho. Júbilo por todas aquellas personas que de manera desinteresada y altruista han participado en mayor o menor medida en el rescate. Inmodestia porque lo que se ha hecho, SIMPLEMENTE, es lo que se tenía que hacer. Orgullo por ser ESPELEÓLOGOS. Esto sí que es ¡¡ Marca España !!
El mundo no está lleno de locos que se arrojan a las cuevas sin sentido. El mundo está lleno de la detestada y abominada sinrazón que ha hecho que esta situación no terminara al tercer día del accidente.
Las personas voluntarias de toda España que han estado comprometidas con esta causa, han abandonado sus hogares, aparcado y desatendido a sus familias, dejando de lado sus trabajos (entre otros) con todos los riesgos que esto último conlleva.
Ya tenemos entre nosotros a 9, de los 58 espeleosocorristas de toda España que se han dejado la piel en el rescate, pero no se pueden lanzar las campanas al vuelo; aún faltan 51 personas por volver a sus hogares. Entonces, y sólo entonces, podremos decir que el rescate ha terminado.
Tiempo de intervención de rescate hasta la fecha: 14 días, 20 horas, y sumando.
Madrid, 3 de octubre de 2.014